A tres meses de la puesta en marcha de la carta de porte digital, existen empresas que aún enfrentan dificultades para adoptar esta nueva obligación y adaptar sus procesos de negocio a los requerimientos del Servicio de Administración Tributaria (SAT). La experiencia recogida en estos tres meses arroja lecciones importantes que ayudan a una mejor planeación y superación de los retos.

Uno de los aspectos más importantes es el involucramiento de la dirección general de la compañía, ya que, al implementar una tarea como la emisión de la carta de porte, es necesario que se analicen todas las etapas del proceso del negocio y sus implicaciones; no solamente con el propósito de cumplir con la obligación, sino de transformar esta carga en una oportunidad de generar valor agregado en la operación.

Al margen de la carga que implica esta obligación, esta puede ser una oportunidad para entrar a la digitalización del negocio y abonar a la profesionalización de las empresas.

Un tema delicado, en el que se ha hecho énfasis en diversas ocasiones, es el de la seguridad de los datos, ya que, por primera son varias la partes involucradas en la generación de la información para este documento, lo que implica que información sensible esté a disposición de un mayor número de personas.

La elección del software para gestionar la carta de porte es un elemento muy importante, el cual no debe limitarse a ser un módulo de captura de datos, sino que debe atender a las necesidades de eficientar el negocio. Se debe evaluar que el sistema no represente una carga adicional, sino que sea un factor impulsor de la digitalización, automatización e intercambio de datos. Este aspecto puede ser la piedra angular en una adopción eficiente de la carta de porte.

Si no se hace de manera correcta podría, inclusive, representar un retroceso en la operación del negocio.

Fuente: Fiscalia.com